AJEDREZ EDUCATIVO – ¿Quién es el más guapo?

El relato corto de esta semana, una antigua fábula china que se presenta con el sugerente título “¿Quién es más guapo?”, debería servir para activar nuestras alertas personales en determinados casos, por más que pudiera parecer lo contrario.

Hace cientos de años vivía en China un caballero llamado Zou Ji, que sabía que era muy guapo y se pasaba el día contemplándose en el  espejo para disfrutar de su propia belleza.

Su estilo y elegancia eran famosos en todo el reino, pero corrían rumores de que había otro hombre que podía competir con él en hermosura, el señor Xu, que vivía en otra ciudad al norte del país.

Una mañana tenía cita en su despacho con en su despacho con un importante hombre de negocios. Zou Ji se aseó, se vistió con sus mejores ropas, y como siempre, se encontró guapísimo. Mientras  se repasaba de arriba abajo frente al espejo, preguntó a su mujer:

—Querida, yo no conozco a ese señor Xu del que tanto hablan pero tú sí. ¿Quién es más hermoso de los dos?

—Tú, por supuesto El señor Xu es guapo pero ni en broma se acerca a tu belleza—, le respondió.

A Zou Ji le agradó mucho la respuesta, pero no se quedó conforme y decidió pedir una segunda opinión. Salió de su alcoba  y llamó al ama de llaves, una mujer de confianza que llevaba veinte años trabajando en el hogar familiar.

—Quiero hacerte una pregunta y por favor sé sincera conmigo. Sé que tú también conoces al famoso señor Xu y necesito que me digas si él es más hermoso que yo.

La respuesta fue rotunda:

—Señor, no tenga dudas de ningún tipo ¡Usted es muchísimo más bello que él!

Zou Ji agradeció el cumplido pero la duda siguió rondando por su cabeza.

Al rato llamaron a la puerta. Era su invitado, el importante hombre de negocios, que acababa de llegar. Zou Ji lo recibió con sonrisa afable y le invitó a sentarse en un cómodo sillón.

—Si no le importa, antes de meternos en temas profesionales quiero hacerle una pregunta. Sé que usted no solo vive al norte del país, como el señor Xu, sino que es amigo suyo desde la infancia. Según su opinión, ¿es más hermoso que yo?

El caballero puso cara de sorpresa ante la pregunta, pero contestó con seguridad:

—Por favor, no se preocupe por eso ¡Usted es mucho más hermoso que él! ¡No hay punto de comparación!

Y ahora, sí, Zou Ji por fin se quedó tranquilo.

Pasaron unos días y la casualidad quiso que el señor Xu visitara la ciudad. La noticia corrió como la pólvora. Zou Ji se enteró y quiso conocerlo personalmente. Lo invitó a comer a su casa, invitación que el señor Xu aceptó gustoso.

El señor Xu se presentó muy puntual y el matrimonio salió a recibirlo. En cuanto Zou Ji lo vio se quedó de piedra. Se trataba de un hombre guapísimo, que derrochaba una elegancia innata imposible de superar. Zou Ji se sintió hundido. Era evidente que el señor Xu era un tipo mucho más guapo que él.

Esa noche la decepción y la tristeza no le dejaron dormir.  Lo peor para él no fue comprobar que no era tan guapo como el señor Xu, sino darse cuenta de algo en lo que nunca había pensado:

—Mi mujer me dijo que yo era más hermoso que el señor Xu porque me quiere y se desvive por  agradarme. Mi ama de llaves me dijo lo mismo porque tiene miedo de que la despida de su trabajo. Y el hombre de negocios también me aseguró que yo era más bello porque me necesita para ganar dinero.

Zou Yi, entristecido, suspiró:

—¡Qué difícil es conocer lo que realmente piensan los demás!

Moraleja: A todos nos gusta que nos digan cosas bonitas, pero es bueno saber que hay quien lo hace solo por interés.  Desconfía de quien se pasa el día piropeándote y diciéndote que eres el mejor en todo. Tú sabes cuáles son tus virtudes, tus capacidades y tus límites. Lo importante es confiar en ti mismo.

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