“La rana y el escorpión” es una antigua y popular fábula budista, con la que podemos reflexionar que hay situaciones y personas que jamás cambian y sobe lo que tiene que ver con nuestra naturaleza más profunda.
De esta manera, la fábula budista de la rana y el escorpión nos hace notar la necesidad de ser prudentes ante aquellos que nos prometen cosas que no pueden cumplir.
Hace mucho tiempo sentada en la orilla de un río posaba apaciblemente una rana, cuando de pronto se le acercó un escorpión, el cual le preguntó de una forma muy amable:
—Saludos mi querida amiga rana, necesito pasar a la otra orilla del rio ¿puedes ayudarme a cruzar?, Tal vez puedas llevarme en tu espalda…
La rana muy sorprendida le respondió:
— ¿Qué te lleve en mi espalda? ¡Ni pensarlo! Si te llevo sobre mi espalda seguro sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Por lo tanto no me arriesgaré…!!!
El escorpión discrepó y le dijo:
— ¿Cómo se te puede ocurrir mi querida amiga? — Date cuenta que si te pincho con mi aguijón y mueres, te hundirás en el agua y yo también me ahogaré porque no sé nadar.
Esta observación hizo pensar a la rana y se dijo a sí misma:
—El escorpión tiene razón, si me pica a la mitad del río nos ahogamos los dos. Es imposible que lo haga, pues también perderá la vida.
Y entonces, la rana le dijo al escorpión:
—Lo he pensado y tienes razón, te voy a ayudar a llegar hasta la otra orilla del río.
El escorpión subió sobre la espalda de la rana y empezaron a cruzar el río. Pero justo cuando habían llegado a la mitad del trayecto, el escorpión picó mortalmente a la rana con su aguijón.
La rana y el escorpión comenzaron a hundirse y mientras se ahogaban, la moribunda rana sacó fuerzas para preguntarle:
— ¿Por qué lo has hecho, si tú también vas a morir?
Y el escorpión la miró y le respondió:
—Lo siento rana, no he podido evitarlo. No pude evitar mi naturaleza, así soy.
Y así desaparecieron los dos para siempre, bajo las aguas del río.
La fábula de la rana y el escorpión nos deja la siguiente moraleja:
“No confíes de las buenas intenciones de aquellos que no pueden cambiar su naturaleza”