AJEDREZ EDUCATIVO – LA LEONA Y LA AVESTRUZ

La fábula africana de la leona y el avestruz, es una fábula sobre la justicia narra el amor de una madre hacia sus hijos y de cómo se puede vencer al más fuerte con astucia e inteligencia.

Esta fábula esta llena de valores y enseñanzas para nuestros hijos y es ideal para leer antes de dormir en casa o en el aula durante las asambleas.

Hace mucho tiempo, en una sabana africana vivían una leona y una avestruz y ambas estaban esperando que nacieran sus pequeños hijos.

La leona y la avestruz tuvieron a sus crías el mismo día, pero los cachorros de la leona nacieron muy débiles, mientras que los polluelos de la mamá avestruz nacieron llenos de salud.

La mamá leona con mucha envidia, veía a la distancia que los polluelos de la mamá avestruz crecían sanos y su resentimiento crecía día tras día, al ver que sus hijos siempre estaban enfermos y crecían con mucha dificultad.

Entonces, la mamá leona cegada por los celos, decidió quitarle los hijos a mamá avestruz para quedarse con ellos.

La observó por varios días, hasta que aprovechando un descuido de mamá avestruz y fue hasta su nido.

Allí hizo un cambio siniestro… Dejó a sus cachorros enfermos en el nido y se llevó a los polluelos de mamá avestruz hasta su guarida.

Cuando mamá avestruz llegó al nido, quedó impactada al encontrar a los pequeños leones y que sus hijos no estaban.

Y lo peor era, que aun sabiendo que quien había hecho esto había sido la leona, no podía hacer nada, ya que la leona era muy fuerte y podía matarla si osaba a exigirle que le devolviera a sus crías.

Mamá avestruz busca ayuda

Mamá avestruz se sentía destrozada por la pena, pero tomó fuerzas y fue en busca de ayuda y caminó por toda la Sabana africana, en busca de algún animal que le pudiera decir qué hacer.

Sin embargo, la leona tenía a todos los animales de la sabana atemorizados y ninguno quería ayudar a mamá avestruz.

Pero un día, la desconsolada madre cansada de tanto caminar, llegó hasta la casa de una mangosta y a pesar de ser pequeña, era muy inteligente.

La mangosta, al enterarse de la triste historia de mamá avestruz y sus pequeños polluelos, se conmovió y le dijo:

– No te preocupes más mamá avestruz, ¡Yo te ayudaré a recuperar a tus hijos!

Y mamá avestruz, le preguntó con mucho asombro:

– ¿Pero cómo vas a conseguir tal proeza con lo pequeña que eres?

A lo que la mangosta replicó con voz astuta:

– Tengo una idea… convoca a todos los animales esta noche a una a una asamblea, junto al árbol en donde está un termitero con un agujeros…  Del otro lado hay otro agujero de salida, que no se ve desde aquí.

La mangosta y mamá avestruz se pusieron de acuerdo y quedaron en verse esa noche.

El plan de la mangosta para ayudar a mamá avestruz

Dadas las instrucciones de la mangosta, mamá avestruz comenzó a avisar a todos los animales de la sabana, sobre la asamblea y gritaba:

– ¡Asamblea extraordinaria de los animales de la sabana esta noche! ¡Asamblea esta misma noche!… La mangosta convoca a todos los animales esta misma noche, para realizar una asamblea urgente junto al árbol frondoso…!!!

Los animales comenzaron a correr la voz y la noticia sobre esa asamblea extraordinaria llegó hasta los oídos de la leona.

Esa misma noche, todos los animales que habitaban la sabana se reunieron junto al árbol y entonces, la mangosta se subió a uno de los agujeros hechos por las termitas y comenzó a decir:

– Queridos animales, los hemos convocado para solucionar un gran problema: Mamá avestruz denuncia que sus hijos fueron secuestrados por la leona.

Los animales se asombraron ante la descomunal acusación y se preguntaban ¿Cómo era capaz la mangosta de decir eso delante de la leona?

Los murmullos de los animales se hacían cada vez más intensos y hasta la leona rugió de rabia.

Ante esta incómoda situación, la mangosta llamó a la calma y continuó diciendo:

– A ver, les voy a hacer algunas preguntas:

Tu jirafa, dime: ¿Las crías que tiene la leona son suyas?

La asustada jirafa contestó: – Yo he visto a esas crías con ella, deben ser sus suyas.

La mangosta continuó y le preguntó al elefante: – ¿Crees que esas crías son de la leona?

El elefante, que aunque es muy grande también le temía a la leona dijo:

– Las crías siempre van con ella, por lo que creo que sus hijos.

Ante estas respuestas, la mangosta sugirió lo siguiente:

– ¿Ustedes piensan que un animal de plumas puede dar a luz a un animal de pelo?

Y todos los animales contestaron que no.

– ¿Y piensan que un animal de pelo puede tener dar a luz un animal con plumas?

– Y todos volvieron a contestar que no…!!!

Ante estas contundentes respuestas, la mangosta dijo con voz firme:

– Entonces queda claro, que las crías de pluma que están con la leona, en realidad son las crías de mamá avestruz.

En ese momento la leona al verse descubierta, arrancó a correr detrás de la mangosta para matarla, pero ella ya tenía previsto escapar por el termitero y salir por el otro extremo…

La leona no pudo alcanzarla y cegada por la ira se quedó esperando tanto tiempo que la mangosta saliera, que murió de hambre.

Gracias a la astucia de la mangosta, mamá avestruz pudo recuperar a sus crías y vivieron felices para siempre.

–FIN–

Moraleja: “La justicia nunca debe doblegarse al miedo”.

Temas que trabajamos con la fábula sobre la justicia “La leona y el avestruz”

Con la lectura de la fábula sobre la justicia “La leona y el avestruz”, podemos trabajar con los niños determinados valores:

  • Resolución de conflictos: En la fábula se trabaja el ingenio para resolver el problema, podemos utilizar esta fábula sobre la justicia para trabajar un tema tan importante en los niños como la resolución de conflictos.
  • El vínculo de amor que une a las madres con sus hijos.
  • La solidaridad con la intención de hacer el bien y restaurar la justicia.
  • El valor de la justicia
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