El relato corto de esta semana, titulado “El sol y el viento”, nos recordará la importancia que tiene el trato para con el prójimo y cómo con bondad y amablemente llegaremos siempre más lejos y el mundo y la vida serán mejores.
El sol y el viento discutían sobre cuál de dos era más fuerte. La discusión fue larga porque ninguno de los dos quería ceder. Viendo que por el camino avanzaba un hombre, acordaron probar sus fuerzas utilizándolas contra él.
—Vas a ver cómo con solo echarme sobre ese hombre desgarro sus vestiduras—, dijo el viento al sol.
Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero cuanto mayor era su esfuerzo y la ira que desataba sobre el hombre, este oprimía más y más su capa, gritando contra el viento, al tiempo que seguía caminando.
Encolerizado ante tanta resistencia el viento descargó lluvia y nieve, pero el hombre no solo no se detuvo sino que se aferró más a su capa. Comprendió entonces el viento que no era posible despojarle de sus vestiduras y acabó desistiendo.
A continuación llegó el turno para el sol, que sonrió, y mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra. El pobre hombre, que se regocijaba con aquel dulce calor, terminó por quitarse la capa y se la puso sobre el hombro.
—Ya lo estás viendo: con bondad y amabilidad se consigue mucho más que empleando la violencia.