AJEDREZ EDUCATIVO – El pavo real y el lobo

El relato de hoy, titulado “El pavo real y el lobo”, nos alerta del peligro de cometer uno de los pecados capitales que azotan al ser humano. Y no es pecado capital por su magnitud sino porque da origen a otros muchos pecados, de ahí su condición.

Cuentan que había una vez un hermoso pavo real que vivía en un bosque. Cada mañana, al salir el sol, el pavo real comenzaba a pasearse por los campos con vanidad, orgulloso de su plumaje. Todos los animales estaban a la expectativa del momento en el que abriera su preciosa cola y mostrase toda la incuestionable belleza que poseía.

Un buen día llegó a aquellos parajes un lobo. Contó que al otro lado del bosque espeso había un grupo de pájaros llamados faisanes de dorados colores, conocidos por la majestuosidad de su plumaje. Mientras todos escuchaban con suma atención el lobo seguía hablando y exponiendo que  jamás había visto unas aves tan bellas. Los demás animales, al escucharlo y pensar sobre el asunto, dieron por bueno el relato del lobo y estuvieron de acuerdo, pero no mostraron ningún interés por ir comprobarlo.

Sin embargo, el pavo real, que estaba oyendo  la conversación muy interesado, no podía creerlo. Era imposible que hubiese nadie tan bonito como él. La envidia lo comía por dentro. Seguro que aquellos faisanes debían tener varios defectos que los demás animales no habían visto, pensaba interiormente.

A la mañana siguiente partió a buscar a la manada de faisanes cruzando el bosque frondoso, porque quería comprobar su belleza con sus propios ojos. Entró en el bosque y nunca más se supo del pavo real ni del lobo.

Moraleja: Como habréis adivinado el pecado capital objeto de este relato es la envidia. Un horrible sentimiento capaz de promover los actos más deleznables y despertar lo más oscuro y abyecto de la condición humana. Y, además, es autodestructivo. Al pavo real, por ejemplo, le costó la vida.

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