Nada es gratis en esta vida. Nuestras metas solo serán alcanzables con dedicación y trabajo. La cultura del esfuerzo es la que nos hace más fuertes y permite prosperar. Lo entenderemos mejor con la lectura de “El hombre y la mariposa”, título del relato corto de esta semana.
Un hombre encontró en el campo un capullo de una mariposa y se lo llevó a su casa para observar al insecto cuando saliera de él.
Un buen día notó un pequeño orificio en el capullo. Se sentó a observar durante varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir al exterior. Comprobó que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber desistido en su intento, pues aparentemente no progresaba . Era como si se hubiese atascado.
Entonces, el hombre, sintiendo lástima de la mariposa, decidió ayudarla, y con unas pequeñas tijeras hizo un en el orificio para hacerlo más grande. Fue así como la crisálida logró salir del capullo. Sin embargo, la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y sus alas eran pequeñas y estaban dobladas.
El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante, las alas se desdoblasen y creciesen lo suficiente para soportar el cuerpo, y que este se contraería, reduciendo la hinchazón que presentaba. Sin embargo, nada de esto ocurrió y la mariposa solo podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Jamás logró volar.
Lo que el hombre, en su bondad, no entendió fue que el esfuerzo de la mariposa por salir por el diminuto agujero eran parte natural del proceso. La naturaleza forzaba a la mariposa a producir fluidos de su cuerpo hacia sus alas para que alcanzasen el tamaño y fortaleza requeridos para volar. Pero al privar a la mariposa de esa lucha por escapar del capullo, también le fue privado su desarrollo normal.
Moraleja: Todo cuanto sucede en la vida y los obstáculos que vamos encontrando son oportunidades para fortalecernos y progresar. Nuestro bienestar solo llegará después de haber peleado por él. Si desde niños allanan nuestro camino y nos dan todo hecho nos convertiremos en unos inútiles que siempre dependerán de terceros. Y recordad. Tomar el camino fácil para salir de las dificultades solo nos conduce a un resultado insatisfactorio. No escatimemos el esfuerzo cuando nuestras ilusiones y metas estám en juego. ¡Luchemos y esforcémonos por alcanzarlas!